Se sienta en la acera mirando al cielo fijamente,
Gana a cada segundo, eso le da tanto miedo que se esconde,
Renuncia de libros santos de las palabras y las promesas,
Regala sus ojos alguna estrella, esperando que algunas se las devuelva,
Se duerme durmiendo sin el, pero en los sueños le acompaña,
Se carga el tiempo a la deriva, se caga en dios, por llevarse su esperanza,
Las palabras benditas del de negro, ningún consuelo,
Maria se busca en el espejo que queda de aquel amor,
Se lleva los días acuestas, esa ausencia que tanto le llena,
Se pasa las noches en velas, y que su amor, se lo devuelva la luna llena,
Cada dia que pasa deje de respirar, un poco mas,
La cuesta arriba tanto le pesa, que su almohada tanto le pesa,
Que su almohada son las aceras,
Buscando respuestas preguntándole a la luna llena,
A la luna llena,
A fuego lento incinera sus besos desnuda las nubes a patadas,
Se pilla los dedos con los sueños cuando grita, por que no me voy al cielo,
En la noche fría hiela su mente en el mismo sillón en que se fue su corazón,
Se viste de blanco puro mira a la luna se acerca sin cordura,
A la luna llena, no ama sin mas solo ama a los recuerdos,
A la luna llena, que viene y se va que le empieza a contar,
A la luna llena, que aquí todo esta bien, que aquí no pasa nada,
A la luna llena, que ella pasa de to por si se quiere drogar,