Que vas a marcharte, pues no te detengo,
al fin que contigo ya ni me entretengo.
¿Qué me puedes dar que no me hayas dado
sí de tu cariño yo ya estoy cansado?
Dices que te vas, ¿Qué estas esperando?,
la puerta está abierta, no le pienses tanto.
Tú que creías que me verías llorando
pues te equivocaste, yo salgo ganando.
Y vas a recordarme aunque no lo quieras,
sentirás mi sangre correr por tus venas,
cargarás la cruz buscando el alivio;
recordarme a diario será tu castigo.
Y vas a recordarme mirando hacia el cielo
cuando no le encuentres salida al infierno
que tu construiste muy a tu manera,
pensándolo de verás pierdes más sí te quedas.
Y vas a recordarme aunque no lo quieras,
sentirás mi sangre correr por tus venas,
cargarás la cruz buscando el alivio;
recordarme a diario será tu castigo.
Y vas a recordarme mirando hacia el cielo
cuando no le encuentres salida al infierno
que tu construiste muy a tu manera,
pensándolo de verás pierdes más sí te quedas.