Aunque quisiera no podré olvidarte,
mil veces ya lo intente;
siempre fracaso y vuelvo a recordarte.
Todos los días salgo a buscarte,
será un milagro al encontrarte
pues no dejaste huellas al marcharte.
Un cementerio es mi corazón,
mi mente un manicomio de dolor,
donde los sueños pierden la razón.
Ayúdame, defiéndeme,
de la terrible soledad
que me deprime hasta quedar
hundido en la oscuridad.
Ayúdame, hazme sentir
que donde estés piensas en mi,
que la distancia te hace mal
y buscas como regresar.
Todos los días salgo a buscarte,
será un milagro el encontrarte
pues no dejaste huellas al marcharte.
Un cementerio es mi corazón,
mi mente un manicomio de dolor,
donde los sueños pierden la razón.
Ayúdame, defiéndeme,
de la terrible soledad
que me deprime hasta quedar
hundido en la oscuridad.
Ayúdame, hazme sentir
que donde estés piensas en mi,
que la distancia te hace mal
y buscas como regresar.
Ayúdame.