Yo que soy americano,
no importa de que país,
quiero que mi continente
viva algún día feliz.
Que los países hermanos
de Centroamérica y sur
borren las sombras del norte
a ramalazos de luz.
Si hay que callar
no callemos,
pongámonos a cantar.
Y si hay que peliar,
peliemos,
si es el modo de triunfar.
Por toda América soplan
vientos que no han de parar.
Hasta que entierren las sombras,
no hay orden de descansar.
Desde una punta a la otra,
del continente, qué bien,
el viento sopla sin pausas
y el hombre sigue el vaivén.