Te doy la libertad que tanto quieres,
Dejé la jaula abierta para que huyas.
No vayas a pensar que así me hieres
Que aquí en mi corazón no hay cosas tuyas.
Acaso un vago miedo a compasiones
Hizo que te entregara tus dos llaves
Pero sé que esta clase de emociones
No perturban la paz de ciertas aves.
No seguiré tu vuelo envenenado,
No espiaré los rumbos donde vayas,
Espero sin embargo que tus dados
Te hagan morir muy lejos de mi playa.
Adiós, querido amor equivocado,
Gracias por estos años que ha vivido,
Este vino tan áspero y amargo,
Es el recuerdo de otros ya bebidos.
No sé por qué pensaste que a mi lado
Te convertí en torcaza prisionera.
Nunca he puesto una reja en lo habitado
Ni en jaula convertí mi palomera.
No tengo cuatro látigos ni lazos,
Ni menos estacadas o tranqueras.
Tuviste en mí la sombra de otros brazos
Que alguna vez ataron tus quimeras.
Adiós, querido amor equivocado,
Gracias por estos años que ha vivido
Este vino tan áspero y amargo,
Y en el sabor de otros ya bebidos.