La libertad es ancha como el viento,
el viento, de tan libre, es voz y nombre
y un movimiento alerta embriaga al hombre
en su afán
de lograr
la nación que asombre.
Fue amasada con fuego, tierra y agua,
la libertad es fruto de una fragua
que es anterior al tiempo y a la nada,
la forjó
la pasión
con razón porfiada.
Mientras seamos libres viviremos
inundados de luz y no de sombra,
la libertad se gana entre reveses,
no se da
como un don:
ella se merece.
Hay que empuñar su estrella cada hora,
hay que encender antorchas refulgentes
y coronarla con la flor del día
la libertad nació
en cuna bravía.