Semana sobre semana
transcurre mi edad primera.
Mejor ni hablar de la escuela,
la odié con todas mis ganas,
del libro hasta la campana,
del lápiz al pizarrón,
del banco hasta el profesor.
Y empiezo a amar la guitarra
y donde siento una farra
allí aprendo una canción.
Cuando me pierdo en la viña
armando mis jugarretas
yo soy la feliz Violeta
el viento me desaliña.
Como nací pat'e perro
ni el diablo me echaba el guante
si con la escuela inconstante
constante para ir al cerro.
Lo paso como en destierro
feliz con los pajaritos
soñando con angelitos.
Así me pilla fin de año
sentada en unos escaños.
¡Quisiera ser arbolito!
Así poco a poco aprendo
lo que es mansera y arado
arrope, zanco y gloriado
bolillo que está moliendo
siembra, apuerca, poca y trilla,
emparva, corta y vendimia;
ya sé lo que es la cizaña
y cuantas clases de araña
carcomen la manzanilla.
Aprendo a bailar la cueca
toco vihuela, improviso,
descuero rana a cuchillo
ya le doy vuelta a la rueca.
Como una gallina clueca
saco mi linda parvá
y en la callana caldeá
dorado dejo el triguito
y amarillo el motecito,
nadie me gana a pelear.
...Y empiezo a amar la guitarra
y donde siento una farra
allí aprendo una canción.