Hoy, abriendo un cajón,
sin querer, desperté mi dolor.
Hoy necesito escupir
la hiel que, cruel, me empapó
y no me deja salir.
Sin querer te encontré, sin querer te perdí
y ahora lloro por ti.
Y es que no consigo olvidar
aquel abril y la lluvia al bajar…
Fue cuando dije: —por favor, vete,
cierra la puerta y desaparece—,
mientras miraba como resbalan
nuestros recuerdos por el retrete,
y tu rostro se funde ante mí.
Sin querer te encontré, sin querer me perdí
y ahora vivo sin ti… y ahora lloro por ti.
Jugar… jurar… volar… querer…
Si me quieres, tú, si me quieres…
Si me quieres, ¿por qué me quieres?
Si me quieres, di que me quieres.
Si me quieres, mi amor, por favor, no me trates así.
Sin querer me encontré, sin querer te perdí
y he llorado por ti.
Sin querer me encontré, sin querer te perdí
y ahora quiero vivir en mi mundo feliz.
Puedes llorar por mí.