Me da risa cuando dicen los contrarios
que alentamos solamente en la victoria.
Yo les pido, por favor hagan memoria
y verán lo que ha aguantado ¨El Millonario¨.
No me olvido cuando era muy pequeño
y mi viejo por poquito cae en coma
cuando más de un metro se adelanta Roma
y cortó de un manotazo nuestros sueños.
No me olvido del abrazo que nos dimos
escuchando juntos al gordo Muñoz.
Desde Chile nos gritaba a toda voz
que el segundo gol a Peñarol le hicimos.
Vaya injusta jugarreta del destino
porque esa tarde perdimos cuatro a dos.
Me da risa cuando dicen los contrarios
que la historia nuestra sólo se enriquece
porque todo el mundo a River favorece
para que mañana se vendan más diarios.
Pero yo en esta milonga les detallo
las bombeadas que en cien años padecimos:
La más grande fue el penal que no dió Nimo
cuando todos vieron la mano de Gallo.
No me olvido esa final de campeonato
con el Pato acomodando la barrera,
nos embocan los de Boca y ni siquiera
dió la orden aquel juez con su silbato.
Nos curraron pero de cualquier manera
River siempre tiene cuerda para rato.