Cuando un peso era plata mi maestro era un león
mi papá Tarzán y yo... el gordito de la cuadra
que solía ir a la cancha a gritar de corazón
y la culpa era de Dios si mi equipo no ganaba.
Chupetines y acuarelas, escondida y metegol,
me asustaban las banderas y el olor de la inyección.
Yo solía ser pirata cuando el patio era un galeón
luego quise ser avión, trece años y dos alas
pero apenas remontaba me cazaba el celador
y a la próxima señor va a volar de una patada.
Boletines, lapiceras, saco azul y corbatón
observaba las banderas, no entendía la inscripción.
Cuando el mundo era un mapa yo sonaba un viaje o dos
luego el mapa fue un dolor que en el sur se atragantaba.
Ahora vuelvo hasta mi casa, lloro por quien no volvió,
de mi patio me quedo un ex campo de batalla.
Y borseguí y escarapelas importadas de Hong Kong
hoy no encuentro mi bandera
quiero hallarla junto a vos.
Debe haber una manera de pintar nuestro color.
Debe haber una bandera para mi y para vos.