Me hace rico y no es ninguna lotería y me estira y me hace triple de tamaño y me enseña tantas cosas de la vida y no cumple todavía cuatro anos. Cómo voy a renegar del negro día si Andreíta me lo tiñe de milagros. Me hace fuerte y no es ninguna vitamina y me muestra la ternura de sus manos
pegajosas, con cachitos de vainilla, escalando alguna silla con trabajo. Cómo voy a buscar cielos si Andreíta es la gloria que me grita desde abajo. Presagio que algo va a pasar... saltó de la punta de la mesa y su chichón me llama y la canción termina acá... Andreíta necesita de papá.