Pereyra es nuestro pro hombre, bien amado protector,
el pueblo lleva su nombre, también la plaza mayor.
Pereyra es equivalente a paz y prosperidad,
es por eso que la gente no lo deja de adorar.
Pereyra se llama el banco y también el hospital
y hay niños que por sus rasgos deberían llamarse igual.
Pereyra emprende un viaje, aquel que siempre soñó,
ya merecía alejarse de su abnegada labor
y el pueblo se lo festeja con baile y con reventón,
se ha preparado una fiesta que jamás Pereyra vió.
Se han asado dos mil vacas y mil cerdos pa empezar,
se ha contratado una orquesta por diez días sin parar.
Míralo, ahí va Pereyra, detrás la batucada brasileira
y corren ríos de vino de Madeira, tranquilo va Pereyra, qué tranquilo va.
Pereyra ha muerto anoche, dicen que se suicidó
con un puñal por la espalda, tal vez Dios se lo lanzó.
Tenía un solo enemigo, aquel que solía pintar
por las paredes del pueblo ¨Que viva la libertad¨.
Un buen entierro señores no se puede improvisar,
y menos para Pereyra, por si llega a resucitar.
Míralo, ahí va Pereyra, el pueblo es una enorme brincadeira
con niños agitando sus bandeiras, tranquilo va Pereyra, qué tranquilo va.
Ha aparecido otro hombre que todo rebautizó,
el pueblo cambió de nombre, también la Plaza mayor,
Hernán Moreira ha llegado, ahora nada es igual,
Moreira se llama el banco y también el hospital,
Moreira es equivalente a paz y prosperidad,
las viudas de Juan Pereyra ya han dejado de llorar.
Moreira hoy cumple años y la fecha declaró
con rojo en el calendario día del benefactor.
Y el pueblo se lo festeja con baile y con reventón,
se ha preparado una fiesta que jamás Moreira vió.
Más tiene un sólo enemigo, ese que ha vuelto a pintar,
por las paredes del pueblo ¨Que viva la libertad¨.
Míralo, ahí va Moreira, detrás la batucada brasileira
y corren ríos de vino de Madeira, tranquilo va Moreira, qué tranquilo va.