En la inmensidad del bosque hallarás A un guerrero llorar por su amor inmortal Suavemente la flor marchitó su dolor Y su cuerpo cayó en sublime emoción. Y en el frío cieno su vista se nubló Y abatido exhaló su último suspiro Su andar culmió, percibió un resplandor; Cuando oyó una voz a lo lejos llamando (le). De un roble se asió, con coraje avanzó; Su antigua osadía de nuevo surgió Un murmullo escuchó, a la torre él volteó; Su amada lloraba al verle llegar a luchar.
De la oscuridad surgió un lamento, Entre la hierba y el cieno Su pasión sucumbió A manos del odio. Su valor será por siempre etenerno, Y en las falanges del tiempo Su leyenda se oirá Su aureola brillará en los cielos. El que otrora fue un gran guerrero, Ahora yace en silencio, Del sepulcro emanan Los gritos de su amor eterno. Su dolor será siempre un agúero De las falanges del tiempo su leyenda se oirá Y su aureola brillará en los cielos.