Corazones travestidos dentro de pequeños pechos finamente rasurados. Sentimientos obcecados por antiguos sacramentos, dioses estigmatizados. Te quiero, te quieren adentro. En su alma atormentada llevando la bayamesa tanto tiempo silenciada. Influencias literarias de Almodóvar dando rienda a su androginia temeraria. Te quiero, te quieren adentro. De los planos de La Habana... Porque puedes gritar en el viento
tu libre albedrío llevando pelucas y tacones altos en pies tan inmensos. Y te pones violenta o violento y nadie en el mundo te puede quitar la pintura de uñas de tus sentimientos. Porque puedes gritar en el viento tu libre albedrío llevando pelucas y tacones altos en pies tan inmensos. Y te pones violenta o violento y nadie en el mundo te puede quitar las pestañas postizas de tu linimento.