Oye niña,
te escribo esta canción más borracho que una burra,
que no me salía nada pa cantarte con dulzura
y creí que así, tal vez, tus reproches y mis dudas
envueltos en papel,
me los iba a fumar como si fuera costo del rico,
que tú lo basas todo en darle mucho al pico,
y yo, vaya Romeo,
Soñando con Julieta, colocado, y si la veo,
empapo mi bragueta y me la seca el sol.
Después de recitarle un poema de Kutxi Romero
no le quedaron más tetas que quitarse el sombrero
y creí que el camino ya estaba asfaltao pa mi.
Y yo, volviéndome loco,
de tanto preguntarle a la lluvia de otoño
¿Por qué siempre me encoño
de aquellos putos moños
que no están peinaos pa mi?
Vivo maleando mi camino;
Vivo pervirtiendo mi destino.
Y a deshojar margaritas
para ver si me quiere.
Me he puesto a contar estrellitas
y que no se me entere
del bajón que me ha dao.
Y a recordar sus visitas,
las que nunca me hizo
y aquellos dolores de tripa
que me entraban de golpe
si miraba al pasar.
Vivo maleando mi camino;
vivo pervirtiendo mi destino.