Un viento amargo viene del norte
Un clima distinto, un paso al abismo
Son vientos de guerra, de lanzas y piedras
De un río que niega, de un frío que quiebra
No hay más pactos ya que honrar
No más honor que traicionar
Sus salmos se alzan cual profecías
De batallas perdidas, de un alma finalmente hendida
Y la novel república con soberbia exclama “nación”!
De fuerza y razón, de mentira y dolor
Y las mentes indóciles en vano se resisten al fin
Al fin de un era, de una vida verdadera
Tres siglos de soberana existencia
En disputa pero nunca decadencia
Tres siglos esquivando el porvenir
De días sin tierras, de días a secas
Entre ríos se defiende el andar
Y entre ríos hemos de marchitar
Añejas fronteras, febles barreras
Que ahora permean fusiles, héroes y gestas
De la tierra, ahora sin tierra
Solo mercedes, reducciones y cercas
Ve y siente
La agonía
De aquella vil tropelía
Despojo y usura
Se siente
El enojo supura
Un descontento que enuncia
Que solo fue una caída
Y tras más de un siglo, el continuar
De un día a día, avanzar
De la tierra, ahora sin tierra
Y un pueblo herido con derecho exclama “nación”!
Con fuerza y razón, con orgullo y acción
Y con serena impaciencia reclama en virtud del dolor
El comienzo de un era, de una vida verdadera