Como me enamoran tus ojos de mora,
como me apasiona tu ternura al mirar,
y así me parece que todo amanece
cuando me encegueces en la oscuridad.
Como me desdeñan tus ojos mi dueña,
y hasta me parece que me quieres matar;
aunque no me quieras, de cualquier manera
hasta que me muera, te voy a buscar.
Escúchalo a mi ruego, besitos de fuego,
y dame la llamita de tu corazón;
mi pecho palpita como palomita,
que llora y se agita buscando al amor.