Soy, por fin me he dado cuenta, un enemigo de la humanidad, gente que no entiende nada...
yo a mi corazón dejo mandar.
Cada minuto marco un punto al que debo llegar
y noto que me vuelvo a sublevar.
Quemo un cajero; al mundo entero quiero preguntar:
¿Habéis oído a los árboles decir que no estamos bién aquí
y que no nos vamos a cambiar?.
Ha nacido una mañana, pego un salto de la cama
y hoy me voy a hacer un join.
Me dice: -tío, estoy mojada.- con su carita de hada
y ahí le doy, y ¡ay, ay, me voy!.
Me paso el día entre su braga
y su mata de pelo
y me alimento
de sentir que late dentro
el corazón.
Meto el deo en toa la llaga,
igual remonto el vuelo,
igual me invento
que hace tiempo que no encuentro
una razón.
Soy, por fin me he dado cuenta, un enemigo de la humanidad,
mugas, razas, religiones... me la suda todo por igual.