Cuando la última gota de tu existencia se evapore, tres almas cruzarán en tu camino
Tres mujeres que vivían de la tortura, el dolor, la lujuria y la muerte
Elementos que les brindaron el respeto y el temor los aldeanos
Quienes vivían rodeados de historias acerca de ellas
Acerca de sus poderes
Acerca de sus pactos y conjuros
Lo cierto era que cada hombre que era mirado por ellas
Caía en un profundo y misterioso trance
Provocando en ellos el deseo, la pasión, el amor, la violencia y la obsesión hacia ellas
Viviendo en un sueño, un sueño profundo, un sueño de demencia
Un sueño en la Vecordia
Su única salvación, su única real y verdadera salvación, el suicidio!!
En tributo a las hermosas damas, las grayas, las brujas
O ¿acaso hermosos ángeles malditos?
El pueblo entero yacía en sus manos
En un mundo de fantasía
Eternas orgías fuera de las casas se presentaban
Reinando la locura, el odio, el placer, la tristeza, el dolor, el llanto y la esperanza
Todo reunido en una palabra, en un mundo, la Vecordia
Las tres mujeres ardían en llamas en la plaza central
Amarradas por ellas mismas, alrededor de robustos maderos
Observando así la escena en el pueblo
Maravilladas y casi con su piel carcomida por el fuego, las mujeres reían
Elevaban un canto, un canto tétrico y hermoso, donde conjuraban su inmortalidad
En cada noche donde almas oscuras se reunieran, y proseguir así con su tarea
Su maldita tarea, la demencia, la Vecordia
El Exsecror Vecordia