El destello que tu caída dejó
fue lo que encendió mis ojos...
La fuerza, la violencia, el tiempo y sinrazón
que no saben de permisos
... y allí está tu alma inocente
buscando resguardar
melodías que creamos para vos,
hoy...
No son esos ojos los que un tiempo atrás
despiertos se encendían
... tampoco las mañanas, el llanto y la inquietud
acompañan al rocío...
... y es que el agua toda decidió
echarse hacia atrás
junto a orillas presumidas
que no podrás alcanzar...
... y es que todo resultó muy lejos
y, tan corta era tu edad
Ilusiones que no serán realidad...
¿ Adónde descansarán hoy tus sueños?
Busco, sabiendo que no podré
siquiera encontrar
una pista que me arroje la verdad
¿por qué ya no estás
agitando en este lugar?
... y es que has tomado un sorbo del Sol