Si no te gustara tanto meterte en líos,
Si eligieras un camino asfaltado alguna vez,
Conservarías el sombrero norteño,
Y la chica triste que te hacia reír. Aunque no la quisieras, ni ella a ti,
Teníais sed, siempre a la vez, en los mismos lugares, en los bares
Conservarías el bolsillo repleto,
Y la chica triste que te hacia reír. Que no me lleven al hospital. No es que desconfíe,
Es que no me fío de la medicina occidental.
Que no me lleven al hospital. Si ya me encuentro mejor! Cuanto más viejo, decías, mucho más libre.
Menos plata que te arrebatan, y menos peso que cargar.
Últimamente, vas muy ligero,
Sin la chica triste que te hacía reír. Siempre hay otro lugar en la frontera,
Siempre la esperanza queda, y quizás pueda ser mañana,
Que el amanecer te traiga de vuelta
A la chica triste que te hacia reír. Que no me lleven al hospital. No es que desconfíe,
Es que no me fío de la medicina occidental.
Que no me lleven al hospital. Ya estoy mejor! Asegúrate de que te dejen cerca de la parada,
La que esté más cercana, y te aleje de la diana,
Y no te preocupes, por no despedirte de nadie