No tengo miedo al que llaman eterno,
mis pecados son lo bueno que he pasado,
ni al que quiera condenar mi manera de vivir,
no tengo miedo.
No tengo miedo a ningún comentario
de quien dice que esta libre de pecado,
ni al que quiera censurar mi manera de vivir,
no tengo miedo.
No tengo miedo al paso del tiempo
mientras sepa que vivir no es lo que cuenta,
y que nadie va a cambiar mi manera de vivir,
no tengo miedo.
No tengo miedo a estar enamorado,
mis pecados entre dos son más pecados,
y es que eso de pecar es mi manera de vivir,
aunque les duela.
No tengo miedo al vecindario,
no tengo miedo al comisario.
No tengo miedo a ningún virus de esos,
no tengo miedo ni al trabajo.
Y paseo con mi orgullo,
y fumo lo que me entra en gana,
condenado a dar la nota,
y de rato en rato entrar en la ilegalidad