Se lanzó por la ventana
porque un virus la mataba,
sin mas vida que una planta
nos manchó a todos la cara.
He tú, tú que haces ley,
esa es la sangre que mancha tus manos.
Maldito dormirás,
todas las noches sin pena ni llanto.
Encontraron los dos cuerpos
y heroína adulterada,
a sabiendas los mataron
con veneno para ratas.
He tú, tú que haces ley,
esa es la sangre que mancha tus manos.
Maldito dormirás,
todas las noches sin pena ni llanto.
Falso, escondes el problema,
entre inútiles campañas
llora el mundo apaleado,
mientras sigues provocando:
peleas callejeras, suicidios y otras sangres
drogas adulteradas,
muertes inesperadas.
Y no, no es el hambre, el que mata,
es la gula y la avaricia,
un suicidio un homicidio,
nunca vi la diferencia.
Yo, no, es el hambre
el que mata.