Salí buscando inspiración, algo bonito, algo de amor,
para descubrir de nuevo un mundo mendigando.
Seguí buscando algo de paz, me voy al parque a descansar,
para descubrir de nuevo que estaban de redada.
¡Quién estuviera lejos, muy lejos de aquí!
Donde las barreras te las ponga el cuerpo.
¡Es tan duro ver que hasta la libertad la compra el dinero!.
Solo nos queda sufrir,
¡quién estuviera loco y no saber más nada de nada!.
Pero me pongo ciego y me tengo que esconder,
Llegué pasado el alba, buscando mi escondite.
¡Como odio el sol, Dios mío, cuando me da en la cara!
Tabicaré mis puertas, que no me busque nadie,
me entregaré a mis sueños, aunque despierte pronto.
Ahora me marcho lejos, muy lejos de aquí,
donde no hay barreras ni para tu cuerpo.
Se que cuando vuelva todo será igual,
así que déjame, déjame que duerma.