Aunque no aprendo mucho cada vez que tropiezo,
y sigo estando lejos de estar cerca de aquí.
Aunque mi mente rueda por cada carretera,
y ni este cuerpo es mío ni cada beso es por ti,
a veces suelo apagarme para soñarte desnuda
y amarrarte al ombligo una luna que yo jamás te di.
Y nunca supe hablarte y nunca dije adiós,
y se escapó una vida entre tu y yo.
Ahora qué más da?
Nunca he pisado el suelo ni lo aprendí a besar.
Ahora qué más da?
Nunca he pisado el suelo ni lo aprendí a besar.
Aunque en mi tren no queda ni una verdad entera,
ni todo es tan mentira, ni hay tanto que decir,
ahora mantengo mi rumbo inadaptado y absurdo
y le pregunto a mi mala cabeza: qué tal te va sin mi?
Y nunca supe hablarte y nunca dije adiós,
y se escapó una vida entre tu y yo.
Ahora qué más da?
Nunca he pisado el suelo ni lo aprendí a besar.
Ahora qué más da?
Nunca he pisado el suelo ni lo aprendí a besar.
Ahora qué más da?
Nunca he pisado el suelo ni lo aprendí a besar.
Ahora qué más da?
Nunca he pisado el suelo ni lo aprendí a besar.