Cuando se muere un escritor
se decolora una letra
y quedan tristes en el suelo
un buen puñado de almendras.
Cuando escapa un preso quedan
un montón de amuletos
que ahora son sólo recuerdos
que ya no tienen pareja
Cuando naufragan los sueños
se oyen voces en la calle
que unidas hacen el grito
para espantar el hambre.
Cuando me pongas tu anillo
no sólo será mi dedo
lo que te dé es el cuerpo entero
como camino perdido.
A través del cristal
amaneceres que invitan
a movernos sin reverencias
Y es que me gusta la vida que tienen
los libros prestados
esos que se dejan querer
que pasan de mano en mano.
Así amontono los infiernos
que para mí son el cielo
y colecciono amarguras
a veces con forma de beso
Cuando se olvidan las gafas
encima de la repisa
son ojos ciegos los que buscan
el tacto de tu sonrisa
y a veces te encuentran cansada
sin color en las mejillas
sin desafíos, sin ganas
quebrada como una espina
A través del cristal
amaneceres que invitan
a movernos sin reverencias
Y es que me gusta la vida que tienen
los libros prestados
esos que se dejan querer
que pasan de mano en mano.
Así amontono los infiernos
que para mí son el cielo
y colecciono amarguras
a veces con forma de beso
Y es que me gusta la vida que tienen
los libros prestados
esos que se dejan querer
que pasan de mano en mano.
Así amontono los infiernos
que para mí son el cielo
y colecciono amarguras
a veces con forma de beso