No reniegues del pasado,
No reniegues del fracaso,
No reniegues de los pasos mal dados,
No enloquezcas con el tiempo que ahora crees
Se cayó de tus manos.
No interrumpas a la vida
Poniéndole las zancadillas
De lágrimas pasadas y rotas,
No amanezcas sollozando,
Temblando, moqueando
Después de una noche eterna…
Sollozando, temblando, moqueando
Una noche eterna.
Rompe de una vez la cadena que te ahoga,
Deja de ser tu juez y acelera
Que las horas pasan y no te esperan.
Despierta sin esconder los ojos tras las trincheras
De tus arrugas marcadas en el alma
Como una pequeña que se ha quedado sin muñeca
Y se deja vencer por el miedo a una silueta
Anclada solo en su cabeza.
Una silueta anclada solo en su cabeza.
No das pena, no te des pena.
No das pena, no te des pena.
No intentes resumir en un día tu vida
Ni en un año los desengaños ya pasados.
Se acabó el veneno que absorbía tu tiempo
Y lo ha volado el viento que refresca tu cara.
Asumir no es morir sino estar preparada
Para continuar siempre adelante.
No das pena, no te des pena.
No das pena, no te des pena.
No, no das pena.
No te des pena…
No te des pena...
No te des pena...
No te des pena...
No te des pena...
No te des pena...
No te des pena...
No te des pena...