Lentos minutos en el reloj de casa lento aliento en el lienzo del hogar lenta, infinita la espera de noticias la angustia como bandera lo va llenando todo y seca el poco viento de esperanza lo imprime, fósil, en el recuerdo Humillar no para vencer sino para deshacer para quebrar por dentro Humillar no para vencer sino para deshacer para quebrar por dentro Miedo por él, miedo por ella por la absoluta soledad ante el impune martillo que con su balanceo asesino
marca los tiempos de la zozobra. Los mismos lentos minutos se arrastran en el siniestro habitáculo de la crueldad humana de la lúgubre sala de torturas Humillar no para vencer sino para deshacer para quebrar por dentro Humillar no para vencer sino para deshacer para quebrar por dentro Humillar no para vencer sino para deshacer para quebrar por dentro Humillar no para vencer sino para deshacer para quebrar por dentro