No trajiste nada bueno:
Abrazos y besos, eslabones de cadena.
Dulce envoltorio a la cobardía siniestra
Que toma la forma de palabra tierna.
Te quiero mi vida,
No me faltes nunca,
La razón se hacía pequeña y en su lugar
Comenzaba a crecer incontrolada la tormenta
Que arrasaba siempre la misma tierra.
No, no, no, no, ya no queda sol.
No, no, no, no, ya no queda luna
Que con tu presencia
Le sirva de refugio.
Navega la víctima
A la deriva y tú lo sabes.
Eres su rumbo, eres su puerto
Porque tuyos son los mares
Y los vientos que soplan su miedo.
Más abajo de ella solo
El estandarte de la tragedia.
No, no, no, no, ya no queda sol.
No, no, no, no, ya no queda luna.
No, no, no, no, ya no queda sol.
No, no, no, no, ya no queda luna
Que con tu presencia
Le sirva de refugio.
No, no, no, no, ya no queda sol.
No, no, no, no, ya no queda luna.
No, no, no, no, ya no queda sol.
No, no, no, no, ya no queda luna.
No, no, no, no...
No, no, no, no...
No, no, no, no...
No, no, no, no...