En la plaza vacía
Nada vendía
El vendedor
Y aunque nadie compraba
No se apagaba
Nunca su voz
No se apagaba nunca su voz
Voy a poner un mercado
Entre tantos mercaderes
Para vender esperanzas
Y comprar amaneceres
Para vender un día
La melodía
Que hace al andar
El agua de ese río
Que es como un grito
De libertad
¿quién quiere vender conmigo
La paz de un niño durmiendo
La tarde sobre mi madre
Y el tiempo en que estoy queriendo?
Tú eres el que ha pasado
El que ha llegado
Y el que vendrá
Vende el árbol que queda
En la arboleda
De la verdad
En la arboleda de la verdad
Voy a ofrecer por el aire
Las alas que no han volado
Y los labios que recuerdan
La boca que no han besado
Alza cada mañana
Esa campana
De tu canción
Pregonero que llevas
Mil cosas nuevas
En tu pregón
Mil cosas nuevas en tu pregón
Vendo en una cesta el agua
Y la nieve en una hoguera
Y la sombra de tu pelo
Cuando inclinas la cabeza