Y es que el amor crece en las plantas, Como pequeñas espinas rojas; Y es este amor que nunca muere, El que envenena, El que envenena. Y es que el amor está en el aire, Como murciélagos sedientos, De tristeza. Son los labios de la muerte, Los que nos besan, Los que nos muerden. Y es que amor; Y es que el amor,
Es un animal perdido. Y es que el amor duerme en las casas, Como enfermeras con turno, De noche. Y es este amor de manos blancas, El que nos cuida, Y el que nos mata. Y es que amor; Y es que el amor, Es un animal perdido. Y es este amor de manos blancas, El que nos cuida, Y el que nos mata.