Dime cómo son los sentimientos que te elevan hasta el cielo para luego tocar el sol Dime si es verdad que el pensamiento se apodera de un pretexto convirtiéndolo en emoción. Sin lastimarte pero, ya ves, yo no te amo y tú sabes bien cómo te envidio ese mundo paraiso donde juegas a vivir cerca de mi. Dime cómo le haces que perdonas el desamor, no lo cobras y te basta con lo que doy; un futuro donde no hay promesas, ir viviendo como llega porque un día tal vez me voy. Cuando me abrazas yo pienso así: "qué maldición no quererte a ti", porque soy yo la que me pierdo del amor que no te tengo y que quisiera yo sentir.
¡No, no es vanidad!, es dolor que al azar me va robando la paz. ¡Ay, cuánto quisiera poder gritar!, pero la voz se me quiere rasgar, cualquier pretexto me va. Dime si en el fondo no enloqueces y al quererme me aborreces, es humano también odiar. Yo no sé si así preferiría un reclamo o una riña, tu silencio me duele más. A veces pienso que sigo aquí por no tener el valor de huir, o es que no pierdo la esperanza que una noche inesperada me enamore yo de tí.