Enrique Cadicamo / Guillermo Barbieri
Anclao en París
Tirao por la vida de errante bohemio,
estoy, Buenos Aires, anclao en París,
Curtido de males, bandeado de apremios,
te evoco desde este lejano país.
Contemplo la nieve que cae blandamente
desde mi ventana que da al bulevar.
Las luces rojizas, con tonos murientes,
parecen pupilas de extraño mirar.
Lejano Buenos Aires,
qué lindo que has de estar...!
Ya van para diez años
que me viste zarpar.
Aquí, en este Montmartre,
faubourg sentimental,
Yo siento que el recuerdo
me clava su puñal...
Como habrá cambiado tu calle Corrientes,
Suipacha, Esmeralda, tu mismo arrabal...!
Alguien me ha contado que está floreciente
y un juego de calles se da en diagonal...
No sabés las ganas que tengo de verte!
Aqui estoy parado, sin plata y sin fe...
Quién sabe una noche me encane la Muerte
y chau, Buenos Aires, no te vuelvo a ver...!