Un sapito amigo mío
me invitó para ir con él
hasta el fondo del río
donde hay bonitas cosas que ver.
Yo dudaba si remojarme
otros riesgos pensé también.
"-¡Hombre no seas cobarde
se hace muy tarde! ¿Vienes o qué?"
Nos zambullimos
en la corriente azul
y yo hacia cuando bajaba:
glu glu glu glu glu glu glu...
Me empecé a sentir agusto
se me fué pasando el susto
y el Sapito me sonrió
"-¡Que tal! ¿jah?"
Cuando pude llegar al suelo
en el fondo del manantial
me sentí muy ligero
como volando entre cristal.
Donde el sapo se domicilia
me hizo señas para pasar
con toda su familia
y uno por uno a saludar:
El chistoso papá Sapote
el muy chato del tío Sapato
y con quince ranas
primas hermanas de su mamá.
"-Para serviles"
-quise decirles yo
pero solo pude hacerles
glo glo glo glo glo glo glo...
Al estar bajo el agua
por costumbre nadie habla
¡ pero tal cuestión se me olvidó!
De verguenza eché burbujas
el Sapito se carcajeó
luego el muy granuja
¡hasta el muy granuja
¡hasta la orilla me acompaño!