Un sapito amigo mío me invitó para ir con él hasta el fondo del río donde hay bonitas cosas que ver. Yo dudaba si remojarme otros riesgos pensé también. "-¡Hombre no seas cobarde se hace muy tarde! ¿Vienes o qué?" Nos zambullimos en la corriente azul y yo hacia cuando bajaba: glu glu glu glu glu glu glu... Me empecé a sentir agusto se me fué pasando el susto y el Sapito me sonrió "-¡Que tal! ¿jah?" Cuando pude llegar al suelo en el fondo del manantial me sentí muy ligero como volando entre cristal.
Donde el sapo se domicilia me hizo señas para pasar con toda su familia y uno por uno a saludar: El chistoso papá Sapote el muy chato del tío Sapato y con quince ranas primas hermanas de su mamá. "-Para serviles" -quise decirles yo pero solo pude hacerles glo glo glo glo glo glo glo... Al estar bajo el agua por costumbre nadie habla ¡ pero tal cuestión se me olvidó! De verguenza eché burbujas el Sapito se carcajeó luego el muy granuja ¡hasta el muy granuja ¡hasta la orilla me acompaño!