Chinito sería feliz con las cosas de tu país: prenden farolitos, comen con palitos, tienen chata la nariz. Quisiera ser mandarín con bigotes de tallarín, un vestido rico, trenza y abanico
y chinelas de Pekín. En la pagoda del dragón me gustaría jugar ping-pong. Oh, qué bonito sería poder ser chinito como eres tú! Tener mi chinita de ojos de almendrita y una casa de bambú.