De noche y de día
la zapatería
está de gran fiesta
pues oigo tocar.
Si quieres tú te invito a entrar
y así verás aquel lugar:
Pobre zapatero ya no puede trabajar
porque a sus zapatos les dió por bailar.
Toditos los choclos del maestro remendón
saltan como locos sobre su tacón.
Las zapatillas
están muy contentas
de haber ido al baile aquel.
Y las chancletas
tampoco están quietas
porque todas bailan bien.
Pobre zapatero no te vayas a enojar
toma un saxofón y ponte a resoplar.
Pobre zapatero ya no puede trabajar
porque a sus zapatos les dió por bailar.
Los botines viejos que ya no pueden andar
bailan de brinquito para no dejar.
Si son las botas
aunque ya están rotas
no se quieren acostar,
de puro gusto
parecen pelotas
por el modo de bailar.
Pobre zapatero no te vayas a enojar
toma un saxofón y ponte a resoplar.