De noche y de día la zapatería está de gran fiesta pues oigo tocar. Si quieres tú te invito a entrar y así verás aquel lugar: Pobre zapatero ya no puede trabajar porque a sus zapatos les dió por bailar. Toditos los choclos del maestro remendón saltan como locos sobre su tacón. Las zapatillas están muy contentas de haber ido al baile aquel. Y las chancletas tampoco están quietas porque todas bailan bien.
Pobre zapatero no te vayas a enojar toma un saxofón y ponte a resoplar. Pobre zapatero ya no puede trabajar porque a sus zapatos les dió por bailar. Los botines viejos que ya no pueden andar bailan de brinquito para no dejar. Si son las botas aunque ya están rotas no se quieren acostar, de puro gusto parecen pelotas por el modo de bailar. Pobre zapatero no te vayas a enojar toma un saxofón y ponte a resoplar.