Bueno, bueno, bueno, que después de unos meses atracados en puerto
El barco Celta por fin ha decidido volver a partir
Y para ello cuenta con la tripulación de siempre que no me queda otro
Remedio que presentaros:
Grumete, encargado de limpiar la cubierta
Fregona en mano:
Jesús Cifuentes, guitarra y voz
Nuestro capitán de a bordo
Siempre con el libro de bitácora dispuesto en una mano
Y con la otra puesta en el timón:
Goyo Yeves, flauta, saxo, percusión
Óscar García es el encargado de tener
Siempre limpios, relucientes y preparados
Los cien cañones por banda, viento en popa a toda vela
De nuestro barco
Oscar García, bajo eléctrico
Nacho Castro sale cada noche en busca de esclavos
Y de ron que más tarde será almacenado en nuestra bodega
Nacho Castro, batería
Sobrecargo, encargado de izar las velas
Cuando el viento nos es faborable, y cuando no, también:
Alberto Anso, violín y trombón
No nos queda más remedio que remar
Al son que marque nuestro percusionista
El hombre de las cadenas encargado
De marcar ese ritmo:
Rafael Martín "Pirulo", percusiones
Encargado de la cocina de a bordo
Pescadito frito, sardinas, boquerones, arenques:
Cuco Pérez, teclados
Y un barco no sería un barco si no llevara un polizón
De la categoría del que llevamos nosotros a bordo:
José Sendino, guitarra eléctrica
Capturados en los remotos mares de Alejandría
Los esclavos condenados a viajar siempre en galeras
Pero muy cerca de nosotros:
Álvaro Arribas y Diego Cebrian, Saxo, Trompetas
Y este humilde grumetillo, encargado de subirse
Al palo más alto y gritar:
¡¡Pucela a la vista!!
Carlos Soto, Flauta Travesera
El hombre de los mil marrones
Viejo lobo de mar
Siempre dispuesto a capear tempestades
Con la rosa de los vientos tatuada en el pecho:
Eduardo Pérez
Y que un barco no sería un barco
Si no tuviera un sitio de donde partir
Y un lugar a donde llegar
Y en nuestro caso no os quepa duda
De que este sitio será siempre Pucela
Muchas gracias por estar aquí
Compañeros, y hasta la próxima."