Hay hombres que se atreven, hombres que se quejan y está el dueño de la pelota de hoy. Ese que maneja los riesgos de mi tierra, mis vueltos y mi producción. Hay víboras que curan, hay frases que te matan y está la telaraña de lo que quedó. Pero en la punta del árbol más alto haremos nidos... Y buscaremos otro viento mejor, uno que nos devuelva la voz. Y habrá estrellas como huellas del destino. Del camino de los que siempre gritaron y nadie escuchó.
De los que siempre buscaron un viento mejor. Hay villas de emergencia, emergencias en mi gente y no hay ni un solo cargo que venga a hablar hoy. Y así en la punta del árbol... Y no habrá que pagar después, las deudas de no sé quién. Locura de pensar, a un árbol gigante como mi lugar. Más loco voy a andar, si cambio ilusiones por la cuenta del bienestar.