Tumbado estás en la camilla de la operación
La luz cenital de los focos te deja cegado
Y un súbito golpe brutal en el cráneo
Te despierta de la ensoñación anestésica
Consciente de un dolor insufrible
Instrumental quirúrgico corta y separa el tórax
El frío metal punza tu piel blanda
Puedes ver el corazón latir
Vísceras, bombeando sincrónicas
Tu cuerpo abierto
Expuesto a mis deseos
Cortando sin mucha precisión
Las venas que conectan tus pringosos órganos
Violentas convulsiones
Tu boca abierta por el espanto
Alicates para sacarte los dientes
La lengua arrancada por la fuerza
Los labios cosidos con alambre
Ahogado, asfixiado en tu sangre
Colgado de un garfio, para trabajar mejor
Tu cara desgarrada es mi bella obra
Es la grotesca proyección de la perfección