Tu dolor está afilado como un bisturí y esa carcajada no se puede ni reír. Te subiste al techo de tu ombligo, y ahí estás. Pero los cordones te los ata tu mamá. No das más. No parás. No brillás. No das más. Dicen en tu esquina que hace rato no te ven. Que vendiste el piano y te tomaste la F 100. Tu mujer tiró la toalla y piantó del nido y vos cabeceándote la jeta contra el piso. No das más. No parás. No brillás.
No das más. Salís estropeado a las 6 de la matina limosneando besos con gusto a naftalina. Sos amigo fierro del que más mejor la sirve, pero...¿cuánto hace que nadies te toca el timbre? Cabalgan tus dientes de jinete amasijado, volviendo de todo sin viajar a ningún lado. Apurate hermano, que está por pintar el sol y esta noche almorzamos té de Formitox. No das más. No parás. No brillás. No das más.