[Estrofa I: Juaninacka]
Cada vez que me miro los pies
Veo polvo de camino en mi cabeza, veo canas de stress
Tal vez comprendas cual es mi procesión
Va por dentro, por fuera soy todo corazón, con
Inspiración para llenar el renglón
Un mes, y otro mas, cumplo con mi profesión
Ladrón de momentos, vividor del día después
Contento de seguir cansado como ves
Yo sé del dolor de vivir sin fe
En un lugar donde nadie se pregunta ¿por qué?
Empecé a rapear y pasé a ser un cliché
Ya no quiero serlo mas las medallas que gané
El terreno que perdí es todo para ti
No lo quiero para mi, volvería a ser un bebé
Por besar al olvido y sus labios carmesí
Iré al banco del tiempo y romperé mi pagaré
[Estrofa II: Sharif]
Por querer contar estrellas como un indio en el desierto
Aprendí a vivir de noche y a soñar siempre despierto
Mundo cruel, amor incierto
Guerra sin cuartel con el pecho al descubierto
Yo soy lo que veo, soy lo que leo
Soy lo que escucho yo lucho por lo que creo
A veces me peleo con el tiempo, y otras le regateo
Por un minuto mas en el recreo y así
Vivo con la fiebre en la palabra
Libre como una liebre y loco como una cabra, yo
Cuando escribo ya se sabe, que parece que no cabe
Mas la pongo suave y fácil por la escuadra
Y ni el cielo ni el infierno, yo me quedo en tus caderas
Viendo pasar inviernos y cuajando primaveras, verás
Todo lo que quiero en esta jungla
Es poder vivir cantando de la cuna hasta la tumba
[Estrofa III: Rapsusklei]
Cada vez que me miro al espejo y veo a ese niño
Convertido en viejo y con mirada falta de cariño
Desde el alma, comprendo que la vida no es un juego
Y suelo caminar desnudo ante el fuego buscando calma, con
Canas en la piel del corazón, soy el ladrón
De miradas de polvo de hadas en mi colección
Suave seda, vivo en una luna de avellaneda
Y ya no necesito hojas, necesito una arboleda
Pa escribir, todo aquello que nos quede sin decir
Sin contar, sin vivir, de los adictos al sufrir
Elixir de los poetas que sangran sus sentimientos
Y que lloran porque no saben vivir estando muertos
Los días pasan, los años pesan
Extraños casan, los daños cesan
Rebaños rezan a su guía, yo todavía temo a este horizonte
Al que tantos le llaman vida y yo no sé ponerle nombre