Quiso no sentirse triste
y se le borró la voz.
A seguir, que el mundo insiste,
para el que carga un dolor.
El destino no es un viaje,
la respuesta no es llegar,
es hermoso el maquillaje
que se corre cuando llorás,
que salpica cuando te vas.
No hay una forma de decir adiós,
si el cielo es la distancia entre los dos,
y me pierdo si todavía te espero.
La conciencia es como un río
que recorre su interior,
que conecta los recuerdos
de un tiempo que fue mejor.
Inocente corazón...
Rezando en los templos del silencio para continuar,
encarnó la sombra de un tiempo que no va a parar.
Cuando la tristeza no se pierde y tiene un color,
queda en la galaxia de lo inexplicable.
No hay una forma de decir adiós,
si el cielo es la distancia entre los dos,
y me pierdo si todavía te espero.
No hay una forma de decir adiós,
si el cielo es la distancia entre los dos,
y me pierdo si todavía te espero.
No hay una forma de decirte adiós,
y me pierdo.
No hay una forma de decir adiós,
si todavía te espero.