Cuenta una historia siniestra
Años de abominación
Demonios y almas en pena
Paseaban por la "Real Villa"
Herejes y brujos ¡temed!
Cruel Inquisición vendrá
Santo Oficio buscará y quemará
A todo aquel que ose ir al Más Allá
Sonreirá diabólica majestad
Condenará: "Arderán los Hijos de la oscuridad"
No tendrá ni piedad
Arderán los Hijos de la Oscuridad
Se dijo de noble dama
Que a mendigos curaba
La acusaron de Hechicera
Y amante del Arte Infernal
Un cura servil de Satanás
Sin dudar, detuvo dicha mujer
Mientras un hijo lloraba
Viendo partir a su madre a cruel tormento
Sonreirá diabólica majestad
Condenará: "Arderán los Hijos de la Oscuridad"
No tendrá ni piedad
Arderán los Hijos de la Oscuridad
En Ciudad de Reyes arden
Hogueras de excomunión
"Dios, libéranos de tal maldad"
A años de aquella ejecución
Se ve a un hombre espectral
Es monje con cráneo en mano
Vagando por la Real Villa
"Juan Toledo" fue su nombre
La venganza su obsesión
Y aquel cráneo se sabe que fue
Del que mandó a su madre a la Inquisición
Vivirá, en venganza y soledad
Recordará: "Arderán los Hijos de la Oscuridad"
Nunca habrá paz en su alma
Arderán los Hijos de la Oscuridad