En cuanto un ángel cae,
todo se pone obscuro
y se muestran desnudos
los misterios que trae.
Y donde un ángel cae
se forma un remolino
un espacio divino
que el milagro sustrae.
Porque si un ángel cae
será que el asidero
que le arrendaba el cielo
le descolgó sin más.
Será que un ángel cae
por no medir el vuelo
o esquivar el señuelo
o la luz descuidar.
Que cuando un ángel cae
se ausentan las ventanas
y las hebras malsanas
de los sueños distrae.
Desde que un ángel cae
las carencias se juntan
y destacan sus puntas
y el aliento decae.
Y cuando un ángel cae
por sorprendido y torpe
las estrellas se cosen
para no titilar.
Tal vez un ángel cae
por andar de curioso
rescatando celoso
lo que debió olvidar.