¿Quién como tu en la tierra, oh Señor?
Hermoso y inigualable es tu valor
Y nada en este mundo saciará
Jesús tu copa no se secará
Tu presencia es el cielo para mi
Tu presencia es el cielo para mi
Tesoro de mi alma y corazón
Me das tu gracia aunque débil soy
De mis errores eres mi redentor
De mi futuro eres el guardador