Compañera, si me alejo un día,
una tarde, una mañana, un junio,
solo es momentónea la partida
no te escribo en despedida.
porque no levanto un muro
Llevo tu cintura bajo el brazo
brilla cada nota en cada aplauso.
Cura una canción cualquier ausencia
y aligera la impaciencia
de regreso hasta tu abrazo.
No te cambio por un verso,
una voz, una palabra,
eres parte de este intento
de estas manos, de esta causa.
Y no vale una tonada
más que el tono de tu cuerpo
cuando cae sobre la almohada
la tormenta de tu pelo.
Compañera, si despiertas una,
piensa que uno somos en silencio,
es la soledad buena fortuna
cuando brilla entre la espera
de quien prometió regreso.
No es esta verdad antagonismo
contra la verdad que nos ampara
no hay rivalidad, no existe el abismo
entre métricas y ritmos
y mi boca por tu espalda.