Érase una vez en un castillo
un bufón llamado Filio
que bailaba para el rey
y que a una palmada de su alteza
se paraba de cabeza
divirtiéndolo a sus pies.
Yo sé bien que no era muy feliz
aunque tres colores le pintaran la nariz
Fue que cierta noche entre las doce
en lo alto de la torre
una estrella aterrizó
y como una flor abrió sus alas
una musa enamorada
de la gracia del bufón.
Filio despertó mirándole
y como un deseo le pidió: libérame.
Libertad para quien quiera hacer del mundo más
que un foso de agua en tierra, en propiedad.
Libertad a quien se guarda en el bolsillo el sol
e invierte todo el oro en la palabra amor.
Pero aquí no acaba nuestro cuento
sucedió que al poco tiempo
Filio un sueño dibujó
Y con cierta luz en la mirada
a su musa contagiaba
haciendo luz entre los dos.
Mayo veintinueve de color
para un recién nacido baila Filio, el bufón.
Libertad para quien quiera hacer del mundo más
que un foso de agua en tierra, en propiedad.
Libertad a quien se guarda en el bolsillo el sol
e invierte todo el oro en la palabra amor.