No me digan lo que he de hacer
yo tengo mis razones.
Quiero verlo al diablo porque
me debe explicaciones.
Le voy a pedir al cochino
que cambie el destino que me hizo comprar.
Qué se ha creído el muy ladino
que casi en un vino me largo a llorar.
Soy el derecho y el revés
de todas las barajas
y la razón de ser y hacer
de lo que sube y baja.
Soy el que derrama la copa
encima´e la ropa de cada mujer,
le moja los pechos oscuros
se los pone duros, los hace crecer.
Servime más,
no me dejés con la garganta renga.
Ni uno ni dos, ni dos ni tres,
sí todos los que vengan.
Yo le he vendido mi suerte
a cambio de verte cerquita de mí.
Y el diablo me hizo quererte
y después perderte pa´hacerme sufrir.
No sé por qué hombre y mujer
quieren verme en el fuego,
si todo “mal” y todo “bien” salen del mismo huevo.
No es mi boca la que besa
y después regresa queriendo olvidar.
Tu paso es el que busca el fondo,
yo sólo le pongo la profundidad.
Ay, vidita, ¡cómo se va a cara o cruz la vida!
siempre parece al comenzar
pero ya está perdida.
No me digan que nadie más
va a escuchar lo que digo.
Si del total tengo el final
el resto lo consigo.