La piedra nos ha sobrevivido en este infierno de agua. Con los sentidos ahogados entre las flores, marchitadas y dispuestas sobre la mesa, desleída, para recordarnos que ya no volveremos a ser los mismos. Piel negra te recubría, retorcida entre la ropa vieja que no acertaba a proteger del frío tu borrachera desolada. A tientas entre el laberinto de franjas blancas del asfalto, buscabas un clavo al que agarrarte. No pude evitar compadecerte ¡Qué tontería! Me pregunto de dónde saldrá esta tristeza que me abraza al verte. Tu figura se recortaba en la lluvia, cuando la policía te socorrió. Y en realidad no necesitabas ayuda. En realidad no. Esparcido flotas en el fondo, entre el coral y el plástico. Las medusas recogen tu cuerpo, ¿Qué nos depara más allá del fondo? Entre el coral y el plástico En el lugar en el que no somos nada ni pasado ni presente ni futuro. Entre las luces de neón, entre los peces, murmurabas. ''Cuando mi amor venga, que las nubes me escondan, entre los campos de lirios y las nubes, que me escondan.'' Y al fondo los gritos; ¡Silencio! ¡Silencio!