Se dejó llevar, él, se dejó llevar. Tal vez por su manera tan intensa de amar o acaso por su forma tan distinta de dar, su entrega fue una entrega simple y total. Por todas esas cosas se dejó llevar. Se dejó llevar, él, se dejó llevar. Primero fue sospecha después fue realidad y luego aquel impulso que no pudo evitar... Sus manos apretaron hasta el final... Cegado por los celos se dejó llevar. Se dejó llevar, él se deja llevar. Sus ojos extraviados contemplan sin mirar aquellos muros blancos y el blanco delantal iguales que su mente... blanco total... En esa nebulosa se deja llevar.